Contaminación del medio ambiente: las máquinas de hormigón seco generan grandes cantidades de polvo durante el proceso de pulverización, lo que representa una amenaza para la salud de los trabajadores y causa contaminación del medio ambiente.

Pocos resultados de pulverización: Sin la ayuda del agua, las máquinas de hormigón en seco tienen dificultades para llenar completamente los poros de la superficie del hormigón, lo que resulta en malos resultados de pulverización.

Velocidad de aplicación lenta: Las máquinas de hormigón de tiro de tipo seco requieren mezclarse antes de rociar y requieren múltiples pases de rociado, lo que resulta en una velocidad de aplicación lenta.

Gran dificultad de construcción: Las máquinas de hormigón seco requieren de técnicos especializados para su funcionamiento, lo que exige grandes exigencias a las habilidades de los operarios y al entorno de trabajo.

Alto costo: Las máquinas de hormigón seco son costosas de comprar, mantener y reparar, lo que dificulta que puedan satisfacer económicamente los requisitos de los proyectos típicos de renovación de edificios.

En resumen, las deficiencias antes mencionadas de las máquinas de hormigón en seco han conducido a su eliminación gradual.